¡Leche que da vida! Los mamíferos lo crean para alimentar a sus crías, pero ¿sabías que ciertas aves también producen una sustancia similar a la leche para alimentar a sus crías? ¿Y, a diferencia de los mamíferos, el macho y la hembra lo producen y proporcionan estos nutrientes vitales a sus crías? Esta «leche» tiene algunos nombres, como leche de pájaro, leche de cultivo o leche de paloma.
Se dice que varias especies diferentes de aves producen esta sustancia y la más conocida es la leche de paloma que las palomas alimentan a sus pichones. Las palomas, que son de la misma familia que las palomas, los flamencos y los pingüinos emperador, también alimentan a sus crías con leche. Sin embargo, en el caso de los pingüinos emperador, el macho puede producir leche pero las hembras no.
Las palomas adultas, machos y hembras, secretan leche de buche, lo adivinaste, de su buche. Un buche es una bolsa muscular que se encuentra en la parte inferior del esófago y es, de hecho, un agrandamiento del esófago que se usa para almacenar alimentos. La leche que producen las palomas es una secreción de las células que recubren el buche y es rica en grasas y proteínas. Los pichones de una paloma clavarán su pico en el pico de sus padres para estimular aún más la producción y liberación de la sustancia para alimentarse.
Unos días antes de que eclosionen los huevos, las palomas comienzan a producir leche de buche. En este momento, también pueden dejar de alimentarse por completo para que no haya semillas o desechos que contaminen la leche que una nueva cría no podría digerir. Alimentarán a sus crías con esta sustancia estimulante del sistema inmunológico durante aproximadamente las primeras semanas de existencia de sus recién nacidos. Los primeros días de su existencia en realidad son alimentados exclusivamente con leche de buche, a diferencia de las crías de muchas aves que alimentan a sus crías con insectos.
La leche que proviene de los flamencos no se crea ni se almacena en un cultivo. En su caso, la leche es secretada por el revestimiento del tracto digestivo y es regurgitada en la boca de sus crías. A diferencia de las palomas cuyas crías se alimentan de leche de buche durante solo unas pocas semanas, los polluelos de flamenco pueden alimentarse hasta dos meses con esta sustancia vital. Los flamencos no nacen con el aparato de alimentación necesario para alimentarse adecuadamente de alimentos sólidos. Mientras se desarrolla este aparato, se alimentarán exclusivamente de leche de ave hasta que puedan darse un festín con comida madura.
Por último, los pingüinos emperadores machos secretan leche del revestimiento de su esófago para cerrar la brecha entre la eclosión de sus polluelos y el regreso de su madre con comida de la pesca en el mar. La leche no está destinada a sostener al pollito por más de unos pocos días a una semana. Si la madre no regresa o su regreso se retrasa, el polluelo perecerá.
La leche de pájaro es otra creación fascinante que permite que florezcan las criaturas de la madre naturaleza. Desde palomas y palomas, hasta flamencos y pingüinos emperador, el uso de la leche de las aves para sustentar la vida es fundamental para la supervivencia de algunas de nuestras aves más queridas.