hablar con un niño de la muerte de una mascota

Frecuentemente dicen, al comienzo de nuestro paseo escencial, que en la vida venimos a padecer. Se preguntan ciertos exactamente en qué sociedad, entre crisis y guerras, les va a tocar vivir a nuestros bebés. Qué planeta les vamos a dejar a nuestros hijos y también hijas. Y razón no les falta. Ni en la afirmación inicial ni en el interrogante.

Hace unos días echaba la mirada atrás para procurar rememorar qué instantes de mi vida catalogaría como instantes de felicidad. Estos de los que podría decir sin peligro a confundirme que todo cuanto había hecho hasta el momento había justo la pena. Al fin y al cabo, cuáles fueron los días contentos. Y me vinieron muchas cuestiones. La primordial, ¿cuántos días podría decir que he estado verdaderamente feliz?

Inquietudes infantiles tras la desaparición de una mascota

Si bien una mascota no es un individuo, nos semeja esencial dedicarle unas líneas, puesto que habitualmente, esta va a ser la primera ocasión para un adulto de charlar a los pequeños de la desaparición. Además de esto, la pérdida de una mascota puede ser útil de explicación para ingresar el tema de la desaparición desde la naturalidad, que es la manera más óptima de realizar las cosas.

Puede suceder que esta experiencia provoque que los pequeños abran un profundo enfrentamiento sobre la desaparición. Como siempre y en todo momento, responderemos lo que sepamos con cariño y elegancia, y les afirmaremos lo que no sepamos. Tenemos la posibilidad de solicitarle al veterinario que nos asista a argumentar a nuestros hijos sus métodos y empujarlos de esta forma a normalizar este tema tan discutido.

¿Es bueno mentirlo para eludir hacerle padecer?

Son distintas las patrañas que tenemos la posibilidad de decir a un niño en el momento en que se le muere una mascota. Mentirlo en este género de ocasiones puede hacer mucha indecisión y espera que jamás se va a ver resuelta. No tenemos la posibilidad de mencionarle que está en el hospital de perros, que se fué a buscar a los hermanos o que ha salido a pasear. Alguno de estas ocasiones va a hacer que el niño espere su regreso, un retorno que jamás va a llegar y que provocará que siempre y en todo momento le espere, eludiendo de esta forma el cierre de esta etapa.

A todos y cada uno de los pequeños hay que decirles que su mascota por el momento no está con ellos pero debemos amoldar la manera de decirlo al nivel de avance y entendimientos de cada niño.

Hasta los 9 años

Ahora llegan a entender lo que es persistente de la desaparición y que es universal. Esto les producirá angustia y muchas inquietudes que hay que solucionar de manera clara.

girafa

Asimismo solicitarán estar en los ritos funerarios.

Puede suceder que, tras proporcionarles la novedad, se pongan a divertirse. No es necesario tomarlo como no les importa, lo hacen pues precisan relajar el aumento sensible que sientan. Asimismo emplean el juego como forma de llevar a cabo lo ocurrido.

¿De qué forma puedes asistir?

  1. Entre las partes mucho más bien difíciles de perder a una mascota es ofrecer la mala novedad a los pequeños. Intente llevarlo a cabo en un espacio donde se sientan seguros y cómodos, sin dispesiones.
  2. Descubre cuánta información precisan percibir según su edad, nivel de madurez y experiencia de vida.
  3. Si tu mascota es viejísima o tiene una patología persistente, considera charlar con los pequeños antes que muera.
  4. Si debes sacrificar a tu mascota, ten precaución con decir que lo “dormirán”. Los pequeños pequeños acostumbran a interpretar esto de manera así y esto les va a hacer tener conceptos errados.
  5. Si la desaparición de la mascota es mucho más áspera, enseña con tranquilidad lo ocurrido. Sé corto y deja que los pequeños hagan cuestiones.
  6. No procures azucarar lo ocurrido recurriendo a una patraña. No es buena iniciativa mencionarle a un niño que su mascota escapó.
  7. Contribuye a aguantar la situación. Como cualquier otra persona que encara una pérdida, los pequeños acostumbran a sentir mal y tristeza. Enseña que es natural presenciar todas y cada una estas conmuevas.

En el momento en que el encontronazo de la novedad haya pasado, es esencial que asistas al menor a salir adelante. Es útil conseguir formas particulares de rememorar a la mascota. Distribuyen historias sobre las aventuras o los instantes chistosos y abrázense con cariño.

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