Diríase que hay documentos que detallan rastros de la domesticación del gato haya para el año 9500 Antes de Cristoen Chipre. Asimismo que los egipcios comenzaron a domesticarlos sobre el 4.000 a. C. y que los empleaban para apresar a ratones.
En todas y cada una de las civilizaciones y temporadas se tienen distintas conceptos sobre este discreto y hábil animal que vive con nosotros ya hace milenios. El día de hoy les enseñamos ciertas entrometidas ideas que se tenían y tienen todavía el día de hoy sobre el gato.
AMPARADOS POR LA LEY
Tal era la cree que los egipcios les profesaban a los felinos, que el homicidio de uno se castigaba con la desaparición. Según una crónica de Diodoro Siculo, un legionario fue linchado para matar a un gato por incidente. Este delito no podía ser indultado, no por el faraón.
El castigo a estos animales asimismo recibía duros castigos. Matar a un gato, si bien fuera por incidente, formaba un mayor delito al asesinato de un humano. Esto llegaba hasta el punto de que si se generaba un incendio en la vivienda, la primera cosa que debían socorrer era el gato.
Otra curiosidad considerable es la relevancia de los ojos de gato. Se pensaba que podían ver el alma humana, de ahí que las mujeres y los hombres del viejo Egipto se maquillaron los ojos de una manera tan felina.
Las peores temporadas para los felinos
Tras el resplandor del Viejo Egipto, llegó la Edad Media, temporada donde los gatos eran quemados en fogatas. En esa temporada, los gatos pasaron a ser odiados, temidos y perseguidos, gracias a la religión cristiana y sus supercherías con el demonio. Se pensaba que el gato era un instrumento del demonio y de las brujas gracias a sus hábitos nocturnos. Los felinos familiares fueron víctimas de una injusta persecución y alcanzaba con la posesión de un gato para acusar a un individuo y condenarla, y mucho más si el animal era de color negro.
Por otro lado, asimismo cabe decir que la población pagó cara la supresión de los felinos, en tanto que la proliferación de las ratas, aparte de generar graves daños a los alimentos, favoreció la difusión de la peste , llegando a matar cerca de 25 miles de individuos.