Debemos dejar en claro que, a pesar de que los comentamos en esta lista, estos collares no son bozales. Se les acostumbra llamar “bozones de nudo/cabeza/halti”. Consisten en una herramienta de nylon que pasa cerca del cuello y otra por medio de su hocico, enganchándose a la correa por la parte posterior. Esta herramienta enseña a nuestro perro a no estirar la correa ya que nos deja regentar la cabeza del animal a través de el nudo. En ningún instante impide que el perro logre abrir la boca para morder, con lo que su empleo no está sugerido para perros con inconvenientes de accionar y no puede reemplazar a un bozal en ningún caso. Te enseñamos mucho más sobre esta herramienta en nuestro producto sobre arneses y collares.
Según nuestro método, el bozal de cesta es el que mejor se amoldará a tu perro, con independencia de la edad y la fisonomía que tenga. Por su diseño, deja que abra la boca para jadear, no amontona saliva, deja tomar, olisquear y asimismo deja que tengamos la posibilidad premiarlo con gominolas en el caso de entrenamiento.
¿Cuáles son los mitos o conceptos equivocados sobre el bozal para perros?
Como ahora hemos dicho, hay varios mitos o conceptos errados sobre los bozales y su empleo. Las ideas preconcebidas que poseemos sobre ellos nos distancian de la verdad. Y sucede que los bozal son complementos útiles. Además de esto, los perros que recibieron un óptimo entrenamiento de adaptación al bozal, no tienen mucho más inconvenientes en usarlos a lo largo de ciertos instantes del día, como los paseos. No hay ningún fundamento para estigmatizar a los perros que llevan un bozal.
Estas son las ideas preconcebidas mucho más usuales sobre los bozales:
¿Por qué razón los bozales para perros son un tema difícil?
Los bozal tienen la posibilidad de mostrar espantosos. Tras todo, tienen una errónea asociación con su empleo en perros «beligerantes» o «de ataque». Pero la mayor parte de los especialistas caninos están en concordancia en que en algún punto de la vida de cualquier perro probablemente halla alguna situación donde sea útil usarlo. Puede ser por la seguridad de la mascota, la seguridad de la persona o por las dos.
Por servirnos de un ejemplo, Si tu perro está con seriedad herido el peligro de que suelte algún bocado medra de manera significativa. En el momento en que las mascotas están sintiendo dolores agudos, tienen la posibilidad de procurar morder al procurar transportarlo o tratar las lesiones y no hay forma de adivinar cuándo una situación de esta manera puede ocurrir. De cualquier modo, aun si en algún momento llegas a ponerle un bozal a tu perro, es una gran idea comprender el porqué de su empleo y dedicar un instante para educar a tu mascota a usarlo de forma adecuada sin que se sienta intranquilo caso de que cualquier día logre ser preciso.
Bibliografía
- Bowen, J. and Heath, S. Behaviour problems in small animals. (p.246).
- Horwitz, SR. F. and Mills, S. S. BSAVA Manual de canine and Feline Behavioural medicine. Second edition. (p.198, 227).
- Hernández, P. Manual de etología canina. Apéndice B Protocolo 3.
- Amat., T. Camps., S. Le Brech., S. Tejedor. Manual práctico de etología insolente en el perro (p.58-60).
Bozal tipo cesta
Estos bozales tienen la posibilidad de parecer los mucho más ostentosos, pero de todos modos son los que mejor se ajustan a las pretensiones y seguridad de los perros. Este género de bozales son los mucho más cómodos para nuestros amigos pilosos, puesto que cubren absolutamente la boca del perro impidiendo que logren morder, pero les deja abrir la boca con comodidad en la cesta.
Por consiguiente, tienen la posibilidad de jugar y realizar ejercicio con ellos pues les deja jadear, ladrar, aun tienen la posibilidad de tomar agua y comer con ellos puestos.
