En otras oportunidades, los pésimos experimentan experiencias fugaces de culpa que se sienten inútiles de enfrentar y que, si bien no están presentes de manera incesante, sí condicionan la experiencia del desafío. En el momento en que estas experiencias y recuerdos se manifiestan y confrontan con la verdad de los hechos, pierden ese matiz de culpa y el malo es con la capacidad de integrarlos en su crónica personal.
Este tipo de culpa se da muy de forma frecuente en el momento en que el villano fué el cuidador primordial de la persona fallecida. La duda de si podría haber hecho algo mucho más, o de si estuvo a la altura, puede agobiar el mal a lo largo de los primeros instantes del desafío, hasta el momento en que puede ver el desarrollo con mayor distancia, observando la globalidad y la congruencia de todo cuanto pasó y, por consiguiente, disolviéndose la culpa.
Qué llevar a cabo en el momento en que se muere un gato
En el momento en que tras años de vida compartida debemos decir adiós a nuestro gato, hay que iniciar por elegir qué realizar con su cuerpo. Puede ser bien difícil tomar una resolución ahora mismo, de ahí que quizás sea una gran idea entender las opciones antes del hecho. Hay múltiples elecciones.
Es la opción mucho más económica, por el hecho de que la mascota se quema adjuntado con otros animales. Es el sistema mucho más conveniente en el momento en que no se quiere preservar las cenizas. Varias personas no sienten la necesidad de efectuar un ritual posterior ni sostener un recuerdo físico de animal para calmar el mal y sobrepasar el desafío.
Acompañar a los pequeños en el desafío de un perro
La pérdida del perro de la familia puede ser la primera experiencia que tienen los pequeños con la desaparición. Es primordial explicarles lo que pasó y acompañarles en el desarrollo de desafío. Por el hecho de que alén de empujarlos a lidiar con la sepa del cómplice peludo en ese instante, ese primer contacto con el desafío les va a marcar para el resto de duelos que deberán pasar durante su historia. No debemos apartarles del desarrollo o esconderles la realidad. Amoldando nuestro alegato a la edad de cada niño, debemos explicarles qué pasó y también invitarles a expresar sus sentimientos sobre la situación. Puede contribuir a plantearse efectuar una pequeña liturgia de homenaje a su amigo. En Edúkame proponen un curso en línea gratis para contribuir a los pequeños a lidiar con el desafío de su animal de compañía.
Unas líneas mucho más arriba charlábamos del Espacio Itaca. Hablamos de un centro en Zaragoza donde terapeutas y psicólogos proponen soporte en los procesos de desafío. Tienen una capacitación concreta para lidiar con la pérdida de animales. No es requisito abochornarse para sentir la necesidad de recibir asistencia y si ves que tras múltiples meses tras la desaparición de tu perro prosigues tan perjudicado que esto influye en tu día a día, esta clase de conjuntos de acompañamiento podrían ser realmente útiles. Si escoges llevarlo de manera individual, ten en cuenta que en ningún instante tienes que sentirte abochornado por el padecimiento que andas sintiendo. Tu perro fué un enorme compañero para ti y es lo mucho más habitual de todo el mundo extrañarle o plañir por la pérdida. Si lo precisas, coloca expresiones sobre tu mal, asimismo puedes catalogar fotografías o recuerdos. Los mucho más tradicionales lo van a hacer en una caja o libreta y los fanaticos del planeta digital tienen la posibilidad de llevarlo a cabo aun en Internet. Hay una comunidad para rendir un último homenaje a nuestro peludo. Tenemos la posibilidad de subir fotografías, vídeos, necrológicas y prender candelas virtuales en su memoria.