criar a tu mascota como hijo es una enfermedad

Una vez descartadas todas y cada una de las causas indicadas previamente, es esencial pasar a la acción. Para eludir que nuestra mascota tenga hábitos beligerantes, tenemos la posibilidad de continuar una secuencia de pautas o utilizar trucos fáciles que mejoren el carácter.

  • Juega con él. Educar con reglas y límites a través del juego siempre y en todo momento es buena opción. A lo largo del instante de distensión es esencial señalarle que tú no eres la presa, pero ¿de qué forma llevarlo a cabo? Poniendo a su predisposición juguetes que distraigan su atención.
  • Reaccionar con tranquilidad. Si tu mascota te muerde o araña no le chilles, persigas o confundas dándole cariño o pulse tras haberte agredido. Háblale estable pero con tranquilidad, que note que eres tú quien controla la situación.
  • No agobiarlos. Si hablamos de gatos, su carácter solitario y también sin dependencia, con frecuencia puede llegar a molestarles que les abrazas bastante. Ellos prueban su cariño por lo menos te lo aguardes.
  • Entrenar ejercicios para educar y eludir que te muerda. Para hallar desenlaces positivos es efectivo emplear con él ejercicios por asociación o consecuencia a fin de que aprenda que las cosas se consiguen estando relajado. Un ejercicio común, es coger una bola entre los dedos, y si te la toma de forma cuidadosa sin morder, entregarla. Si no, espera que te lo solicite delicadamente.

¿Por qué razón es malo humanizar a un perro o gato?

En el momento en que las mascotas acompañan a personas muy solitarias, las posibilidades de que brote un afán por interpretar de una forma sensible mucho más humana las reacciones del animal son mayores.

Como ahora hemos dicho antes, una cosa es querer a tu mascota y otra, muy distinta, es irrespetar su esencia animal y trastocar su planeta. La gente que defienden los derechos de los animales ven en este tema de la humanización de mascotas otro modelo de castigo.

¿Qué patologías emiten los parásitos a los humanos por medio de las mascotas?

Como la gente, todos y cada uno de los animales llevan gérmenes. Anomalías de la salud recurrentes entre las mascotas como el moquillo y el parvovirus caninono tienen la posibilidad de contagiarse a los humanos.

Pero las mascotas asimismo llevan algunas bacterias, virus, parásitos y hongos que sí tienen la posibilidad de ocasionar patologías si se emiten a los humanos.

El síndrome del torniquete

Mencionado lo anterior, sí es requisito alertar sobre una cuestión de salud recurrente y poco famosa: El síndrome del torniquete, por el que un pelo o hilo queda enredado entre los dedos de pies o manos, muñeca o tobillo de los bebés y se genera un deber circulatorio con edema y enrojecimiento. Por supuesto, al convivir con perros o gatos, incrementa el peligro, pero es suficiente con prestar atención frente cualquier cambio fisiológico o molestia del bebé que nos realice suponer de esto y sacarlo antes que se incline en la piel.

Si te va a hacer sentir mejor, puedes determinar una exclusiva región de reposo para tu perro en la cama propia en lugar de tu cama o en el sofá, pero deberás llevarlo a cabo cuando menos 4 meses antes del nacimiento del bebé y de manera progresiva para eludir que lo relacione de manera negativa como un castigo o aislamiento por la llegada del recién nacido.

Sensación de seguridad

Las mascotas no son críticos, no dan órdenes, no se enojan y saben perdonar veloz… esto en cambio, no sucede con bastante gente de todo el mundo adulto. Los animales siempre y en todo momento son cariñosos (si se es cariñoso con ellos) y su presencia en el hogar contribuye a que los pequeños sientan enorme seguridad y apego.

En el momento en que las mascotas están en el hogar tienen la posibilidad de contribuir a calmar la ansiedad por separación en los pequeños en el momento en que la madre o el padre no están en el hogar. Las mascotas forman parte de la familia, son uno mucho más en los corazones de los pequeños y van a poder estar dándoles acompañamiento sensible esperando del regreso de los progenitores a casa.

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