como tener mascotas en los isms hacia el futoro

Los Sims es una saga que tiene la curiosa y también inexplicable capacidad de hacernos gozar frente a la pantalla de tareas que, digámoslo ahora, nos hace bastante llevar a cabo en la vida real. Comenzando por esta tortura actualizada de la que Torquemada huiría asustado como es proceder a obtener muebles hasta llevar a cabo proyectos en el hogar, socializar con los vecinos (puaj) pasando por buscar empleo, cocinar o reparar el jardín. Todo es entretenido en nuestra casa de muñecas digital, y en este momento la lista de tareas se amplía con un tradicional de las tocadas de balones: sacar al perro. Con Los Sims 3: ¡Qué fauna! llega la clásico incorporación de las mascotas a nuestras tareas del día a día, esos simpáticos seres pilosos sin los que la vida no sería lo mismo. ¿Qué sería de nosotros sin estas bienvenidas apasionadas, sin estos lengüetazos todos los domingos a las 7 de la mañana y sin las zapatillas destrozadas al regresar a casa de una comida?

Como expansión ¡Qué fauna! tiene cierto punto de previsibilidad hasta el momento en que nos ofrecemos cuenta de que hay 2 noticias el mar de hermosas: por una parte los caballos pasan a ser parte del bestiario de mascotas y por otro, quizás más esencial aún, por vez primera en la serie (sin contar trucos) contamos la opción de supervisar completamente a los animales. Esto le sonará a chorrada pero debería meditar que con futuros parches podríamos estar frente al primer juego de la historia que nos deja practicarnos sexo oral a nosotros, si bien por ahora la lista de acciones se restringe a ocupaciones tan emocionantes y saludables como salir a cagar en el jardín, rebuscar en la basura o trocear el jornal. Los fanáticos de los gatos, esa gente horrible y dañina, asimismo tienen fundamentos para alegrarse: tienen la posibilidad de rascarse las cortinas o jugar con cogollos y generalmente ser el mar de admirables. Pero no, no tienen la posibilidad de tocar el órgano ((I has a sad 🙁 )).

Tenemos la posibilidad de adoptar animales por teléfono y también internet, recogerlos de la calle o de una camada de perros chiquitos bebés del vecindario o hacérnoslos a la medida. La creación de mascotas es semejante en dificultad a la de los sims humanos: las opciones de personalización son tan rebosantes y meticulosas que confrontan con el enfermizo, aun en el momento de colocarles las máculas del pelaje a nuestro gusto, si bien incomprensiblemente se les han olvidado cosas como aceptar seleccionar la longitud de patas. Bassets, perros salchicha o corgías de sobra de medio metro de altura? No en mi mundo, señores de EA. En verdad, husmeando por los foros de discusión oficiales del juego encontré una legión de enfadados quejándose amargamente de eso mismo, transformando sus hilos en un deprimente valle de lágrimas y avatares en tonos pastel, y conminando con colorear de color rosa las áreas de trabajo de los programadores, forrarles los muebles con tapetes de ganchillo y mirarlos mal por la calle. Y no coloco link por el hecho de que, créame, no deseáis ver ese abismo.

Fuera de lo visual asimismo tenemos la posibilidad de dar distintas aspectos de personalidad a nuestros bichicos a fin de que sean fieras defensoras, tontos bultos de carne, animales hiperactivos o una versión aún mucho más capaz y repelente del molesto Rex o irles inculcando novedosas facetas de carácter a partir de refuerzo positivo con galletas o negativo con broncas horribles. Y mejor aún: tenemos la posibilidad de explotarlos para contemplar los intereses de nuestro sim adiestrandolos para desarrollar capacidades recurrentes como llevarnos la prensa, espantar a los intrusos, resguardar un elemento o, bastante precaución, conseguirnos una cita. Es la tradicional estrategia de pasear a un perro bonito (o una carretilla de bebé) para captar las mujeres en su versión mucho más enternecida y vulnerable, pero sin salir de casa. Leoteo a residencia. Como los chats de los noventa pero sin sociópatas. De qué forma soliciar comida china pero sin deletrear tu calle seis ocasiones. De qué manera llamar a una anunciante de la sección de contactos pero sin sexo y sin regateos. Todo virtudes.

Y sucede que si bien leitmotiv de la expansión sea poner animales en las vidas de nuestros sims, tanto el ambiente como los propios sims asimismo han sufrido ediciones. Se introduce un nuevo vecindario llamado Appaloosa Plains, un espacio que recuerda a las aldeas de la América profunda donde el hospital es un barracón con un botiquín, el estadio municipal está en el centro y el autobús es una carreta de estiércol conducida por un merlado fruto de la endogamia. Allí puedes montarte tu choza con porche, pasarte las tardes en tu mecedora, tomando anis y masticando tabaco en compañía de tu gusto de 22 años que ni se amedrenta las moscas pero, eso sí: eso es un Sims , conque olvídate del rifle . Realizar un polvo sobre un montón de heno es al fin una fantasía elogiable, y en el momento en que lo hacemos suena de fondo una armonía de banjo la mar de divertida, como en un capítulo del Sheriff tarado. Además, se integran nuevos deseos vitales al elenco de anhelos de nuestros sims como ser una suerte de señor de las bestias, tener alguna afinidad con los perros, transformarnos en un salvador de los bichos desvalidos o mi preferido , que transporta por título Constructor del Arca y viene a ser algo tal como desarrollar un trastorno mental como el síndrome de Noé y atestar tu casa de parejas de animales (perros, gatos, roedores, lagartos, pájaros, peces… hasta a condenadas (Pet Rocks; demencia absoluta) con los inconvenientes de salubridad que ello implica. Fenomenal.

Mención aparte meritan los caballos ((Únicos de la versión PC.)), que se tienen la posibilidad de tener como fácil mascota o entrenarlos para formar parte en carreras, logrando con esto tachar otros 2 ítems (el 15 y el 32) del ‘Oh Sagrada Lista de Geras, que es considerablemente más de lo que la mayor parte de juegos, pandilla de mediocres, consiguieron en su insignificante vida. Y mención aparte en la mención aparte, la disparidad propia de cada expansión que en esta ocasión es nada menos que un unicornio mágico que cura los sims y prende fuego a las cosas. Refulgente.

Los Sims 3: ¡Qué fauna! quizá tenga un título bastante menos inspirado que Animales a raudales (una expresión que ciertos proseguimos empleando todos los días, especialmente cuando sobrevolamos Telecinco en nuestro zapping períodico), pero da todo cuanto debe prestar una expansión y afirmaría que mucho más que expandir las opciones de Los Sims 3 de manera directa las multiplica. Va a haber quien afirme que lo de vender una experiencia a trozos no sea el mucho más sincero de todo el mundo de cara al cliente, pero indudablemente tras once años de Sims y ochenta millones de spin-offs, extensiones y paquetes de elementos por el momento no puedes decir que no sabía lo que venía.

Opinión Final

Hacia el Futuro es una expansión que incluye elementos nuevos para la saga de los Sims y, verdaderamente aportan elementos de lozanía. Pero, por otro lado, no es una expansión que supongas «¡La necesito!». En verdad, podrías tener todas y cada una de las extensiones de los Sims 3 y indudablemente esta expansión no la echarías de menos.

Ciertas peculiaridades, como no ver a los Sims volar mientras que se mueven con la mochila propulsora o el tamaño enorme de Oasis Landing, son puntos negativos de una expansión que, si bien es bastante buena, tampoco te termina de seducir completamente.

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