‘Peque y yo’ (editorial Nubeocho) es un libro que asiste para los pequeños a combatir la pérdida de la mascota familiar. Su autora es la autora infantil y sicóloga, Alicia Acosta y tiene ilustraciones en acuarela de Mercé Galì, afirma 20 Minutos.
«En el momento en que mi perro Petit murió, todos en el hogar nos hayamos puesto tristes. Al día después, una nube comenzó a proseguirme en todas y cada una partes, me entró jabón en los ojos y un pulpo me cogió realmente fuerte del corazón».
De qué forma argumentar a un niño la desaparición de su mascota
Como especialistas, nuestra recomendación en estas situaciones siempre y en todo momento es hacer llegar al niño la desaparición de la mascota. Resulta irrealizable resguardar al niño de todo y, además de esto, en este asunto específicamente, cuanto mucho más procuramos resguardarlos de la desaparición mucho más los vamos a estar desprotegiendo frente a un hecho que va a tener rincón en su historia, de una u otra forma .
Ahora, esbozaremos ciertas claves para argumentar a los pequeños la desaparición de las mascotas:
¿Qué es la inflamación?
La inflamación es la manera en que su cuerpo lo resguarda. En el momento en que descubre riesgo, el sistema inmunológico manda una señal a su ejército de glóbulos blancos para batallar un patógeno invasor o sanar una lesión. Esto causa síntomas como enrojecimiento, calor o voluminismo gracias a una lesión o infección.
La inflamación aguda (en un corto plazo) es un mecanismo de defensa —útil y preciso— y la manera en que su cuerpo se cura a sí mismo. En la mayoría de los casos desaparece en cuestión de horas o días conforme su cuerpo se está recuperando.
Sobrepasar la desaparición de su mascota: impide suavizar la verdad
En un intento por resguardar a sus hijos, ciertos progenitores eligen por decir que la mascota “se escapó” en vez de argumentar que sufrió un incidente y está muerto. Impide llevarlo a cabo. Entendemos que hacer llegar la desaparición de su mascota a tu hijo va a ser muy, muy duro y asimismo su reacción, pero tu pequeño merece entender la realidad.
Acompaña a tu hijo en el desarrollo de desafío a través del juego. Ciertos pequeños acostumbran a jugar que un animal de peluche enferma y muere. Este juego de papel puede ser poderoso y sanador, explota y forma una parte del juego para contribuir a tu hijo a entender y admitir la pérdida.
¿De qué manera puedes asistir?
- Entre las partes mucho más bien difíciles de perder a una mascota es ofrecer la mala novedad a los pequeños. Intente llevarlo a cabo en un espacio donde se sientan seguros y cómodos, sin dispesiones.
- Descubre cuánta información precisan percibir según su edad, nivel de madurez y experiencia de vida.
- Si tu mascota es viejísima o tiene una patología persistente, considera charlar con los pequeños antes que muera.
- Si debes sacrificar a tu mascota, ten precaución con decir que lo “dormirán”. Los pequeños pequeños acostumbran a interpretar esto de manera así y esto les va a hacer tener conceptos errados.
- Si la desaparición de la mascota es mucho más áspera, enseña con tranquilidad lo ocurrido. Sé corto y deja que los pequeños hagan cuestiones.
- No procures azucarar lo ocurrido recurriendo a una patraña. No es buena iniciativa mencionarle a un niño que su mascota escapó.
- Contribuye a aguantar la situación. Como cualquier otra persona que encara una pérdida, los pequeños acostumbran a sentir mal y tristeza. Cuenta que es natural presenciar todas y cada una estas conmuevas.
En el momento en que el encontronazo de la novedad haya pasado, es esencial que asistas al menor a salir adelante. Es útil hallar formas destacables de rememorar a la mascota. Distribuyen historias sobre las aventuras o los instantes chistosos y abrázense con cariño.