Hay varias cosas que son peligrosas para nuestros perros, como el chocolate, el vino, y el aguacate. Es esencial comprender cuáles son las substancias que tienen la posibilidad de ser tóxicas para tu perro, y asimismo entender de qué manera accionar caso de que ocurra un intoxicación.
Que algo sea “seguro para humanos” no significa que sea seguro para nuestro perro. Aquí disponemos una lista de las más frecuentes substancias con las que se puede intoxicar a un perro.
De qué forma sobrepasar la desaparición de tu mascota
Estos son múltiples consejos a fin de que consigas llevar de la manera mucho más sana viable la desaparición de tu mascota sin ahogarte a la pena:
- Tu mal es habitual. No debe inquietarte el hecho de estar triste por la desaparición de tu mascota, puesto que pasar varios años con ella provoca que sea una pérdida muy dolorosa. Lo que sientes es lógico.
- Acéptalo. Sé sincero contigo. Andas triste, no niegues tu mal. Lo antes posible lo admitas, antes superarás el desafío.
- Dialoga. No ocultes tus sentimientos ni evites charlar del tema, pues es precisamente lo que hay que llevar a cabo: desquitarse con un individuo cercano o alguien de seguridad para lograr superarlo. Llora si lo precisas. Admitir y organizar los sentimientos y pensamientos te resultará de mucha ayuda.
- Redacta un períodico o haz un álbum. Poner por escrito tus conmuevas y también ideas es otra forma de expresarte, así sea en un períodico, escribiendo un poema, una canción… Asimismo puedes dibujar o llevar a cabo un álbum de recuerdos con fotografías
- Ignora qué comenten el resto. «Si solo era un animal», ¿de qué forma lo pasarás tan mal por la desaparición de una mascota?», «si bien fuera un individuo». Indudablemente te halles con personas que no comprendan con lo que pasas en tanto que jamás tuvieron mascota. No merece la pena enojarse con ellos. No permita que sus comentarios le afecten y recuerde que hay muchas personas que está tolerando exactamente la misma situación que tú.
- Despídete de tu mascota. Si lo precisas, ciertas opciones son sepultar a tu animal o incinerarlo, así sea en fincas, montañas… En verdad, hay cementerios de animales.
- El problema del sacrificio. En ocasiones no hay mucho más opción que sacrificar a tu mascota por el hecho de que está tolerando y de esta forma lo recomienda el veterinario. Tú eres quien tiene la última palabra, quien escoge. Pero ten en cuenta que no es justificable prolongar su padecimiento por no estimar perderla. Además de esto ver de qué forma tu mascota se marcha apagando es durísimo. Piensa bien si andas o no dispuesto para presenciarlo. No eres peor si no te quedas a verlo y, en verdad, es comprensible.
- Contarlo a los pequeños. Sincerarte con los pequeños pequeños es bien difícil y es algo que está en tus manos. No obstante, si decides decirlo, sé completamente sincero con lo que le pasó a la mascota y usa las expresiones correctas.
Un «se fué» puede ocasionar esperanzas de que vuelva cualquier día. No ocultes tus sentimientos en el momento en que ellos estén enfrente y que ellos tampoco oculten los suyos.
- ¿Tener o no otra mascota? Es una pregunta que seguramente te pasó por la cabeza y en frente de la que no tienes contestación, pues no tienes idea si es una gran idea. Ten claro que, para hacer nuevos vínculos cariñosos con otro animal, antes tienes que sobrepasar el desafío frente la desaparición del previo. Como recomendación, no lo realice si aún no lo superó. Es un fallo muy habitual emplear otro animal para procurar substituir al que se fué. Además de esto, cada integrante de la familia puede requerir tiempos diferentes para sobrepasar el desafío y estimar tener otra mascota novedosa.
- Atención si introduce una exclusiva mascota. Si convives con mucho más animales en la vivienda, van a tardar en acostumbrarse al nuevo miembro de la familia. Vas a deber tener paciencia al comienzo hasta el momento en que permanezca un equilibrio.
Los perros no son humanos y no se ocultan para fallecer.
Pese al pensamiento frecuente que se tiene de que los perros procuran un refugio para fallecer, el animal no frecuenta ocultarse en el momento en que van a morir. Los perros precisarán mucho más horas de reposo, de sueño y un mayor espacio para estar relajados y en tranquilidad. En el momento en que se marchan realizando mayores van perdiendo la energía de a poco, con lo que vas a saber con creces que el desenlace se aproxima.
Pero no es necesario preocuparse de que sus últimos días les pase de esta manera, es buena señal puesto que quiere decir que tu mascota no se está sufriendo o muriendo gracias a una patología. Si bien esto no quiere decir que debas dejarlo en paz y no estar con él. Siempre y cuando se logre es muy aconsejable sacarlo a pasear, jugar con él, acariciarlo o ofrecerle amor, de esta manera se logrará alzar su ánimo.
En el momento en que tienes que tomar la resolución de la eutanasia
Por muy dolorosa que sea esta resolución considera que quizás llegó el instante de calmar el mal de tu amigo. Por todo cuanto te ha aportado, en parte se lo tienes que. Pues hay instantes en los que padecer por padecer no transporta a parte alguna y que «ganar» ciertas semanas con la compañía es una decisión egoísta en el momento en que ves el suplicio que piensa cada día nuevo para él. Es esencial acompañar a tu perro en este desarrollo. Es duro pero después, entender que se sintió arropado hasta el desenlace y hiciste todo cuanto podías por él te va a ayudar a hallarte mejor. Si puedes, procura respetar sus prácticas y deseos, aun en ese instante. Compartí 12 años con un boxer que detestaba ir al veterinario. En el momento en que reconocía el sendero comenzaba a arrastrar la pata y su frecuente carácter jovial desaparecía completamente. Sin charlar del trato que reservaba al pobre veterinario. Se realizó mayor, enfermó y debimos terminar con sus sufrimientos mediante la eutanasia. A fin de que ese instante fuera el menos desapacible para él, solicitamos a un veterinario que no conocía que viniese a nuestra casa. Allí en la esquina preferida de la alfombra del salón, nos despedimos todos de él y salió entre mimos y caricias.
En exactamente el mismo registro, hace unos años la narración de Duke se realizó viral. Sus dueños debieron resignarse a practicarle la eutanasia por el hecho de que padecía un cáncer de huesos que le había costado la amputación de una pata. Pero tuvieron la iniciativa de editar ese lamentable instante en una emotiva celebración de despedida. Duke pasó su último día cubierto de familia y amigos, jugando en un parque acuático y comiendo hamburguesas.