OK: Felipe VI Para rememorar a Sánchez en su alegato que debe lealtad a la Constitución.
OK: Christine Lagarde Por el hecho de que el BCE corta el grifo a Sánchez y no renovará el 50% de los bonos.
No ocultar la vejez y la patología a las criaturas
No soy bastante seguidor de las oraciones sobre “antes se hacía de este modo y total, no pasaba nada” pero con este tema pienso que la sociedad ha evolucionado a peor.
Antes la familia convivía con la patología, frecuentemente aun la desaparición se generaba en el hogar, y las criaturas vivían este desarrollo de una manera mucho más próxima. En este momento está en viviendas, en centros de salud de paliativos o ingresados desde los últimos días, sin desplazarse de la cama por culpa de las sondas, respiradores y vías. Y las oraciones más habituales son «mejor que no lo vea de esta forma».
Reacciones de los mayores frente la desaparición de una mascota
Entre los mayores temores de los mayores es transmitirle a un hijo la desaparición de su mascota. Podemos destacar que la desaparición de una mascota es frecuentemente la primera experiencia directa que tiene un niño con la desaparición. De ahí que, es esencial accionar apropiadamente, puesto que la primera muerte que vive el niño establece en buena medida de qué forma va a vivir el resto muertes que se generen durante su historia.
De forma frecuente la primera reacción de los mayores es reemplazar a las mascotas. Asimismo es recurrente que le cuenten al niño historias sobre un viaje, o que procuren una mascota supuestamente afín y la hagan pasar por la vieja, contando al pequeño patrañas piadosas como estuvo en la peluquería, etcétera. Este modo de esconder la desaparición al niño acostumbra confundir al menor, con lo que es conveniente enfrentar el hecho explicándole la realidad.
Escucha y valida sus conmuevas
Es esencial que, trasladada la novedad, seamos capaces de oír todas y cada una de las cuestiones con atención, para responderlas con amor y cercanía, y validar de este modo todos y cada uno de los sentimientos.
Al contarle la desaparición a un niño, ciertos se tienen la posibilidad de poner a plañir inmediatamente. Otros tienen la posibilidad de tener una reacción de indiferencia.
¿De qué manera puedes asistir?
- Entre las partes mucho más bien difíciles de perder a una mascota es ofrecer la mala novedad a los pequeños. Intente llevarlo a cabo en un espacio donde se sientan seguros y cómodos, sin dispesiones.
- Descubre cuánta información precisan oír según su edad, nivel de madurez y experiencia de vida.
- Si tu mascota es viejísima o tiene una patología persistente, considera charlar con los pequeños antes que muera.
- Si debes sacrificar a tu mascota, ten precaución con decir que lo “dormirán”. Los pequeños pequeños acostumbran a interpretar esto de manera así y esto les va a hacer tener conceptos errados.
- Si la desaparición de la mascota es mucho más áspera, enseña con tranquilidad lo ocurrido. Sé corto y deja que los pequeños hagan cuestiones.
- No procures azucarar lo ocurrido recurriendo a una patraña. No es buena iniciativa mencionarle a un niño que su mascota escapó.
- Contribuye a aguantar la situación. Como cualquier otra persona que encara una pérdida, los pequeños acostumbran a sentir mal y tristeza. Cuenta que es natural presenciar todas y cada una estas conmuevas.
En el momento en que el encontronazo de la novedad haya pasado, es esencial que asistas al menor a salir adelante. Es útil hallar formas particulares de rememorar a la mascota. Distribuyen historias sobre las aventuras o los instantes chistosos y abrázense con cariño.