Reeko y su familia pasaron 5 buenos años juntos y compartieron mucho amor. Desafortunadamente, le diagnosticaron cáncer de vejiga en junio y nos vimos obligados a aceptar que no le quedaba mucho tiempo en el mundo. Sin embargo, Reeko nos sorprendió con su resiliencia y amor por la vida. Dio una buena pelea y logró disfrutar la mayor parte del verano, pasando el rato en la terraza tomando el sol y el amor de familiares y amigos.
El 17 de agosto, el tiempo de Reeko en este mundo llegó a su fin y cruzó el puente del arcoíris con su familia y su salvador de este lado. Ya lo extrañamos mucho, pero estamos agradecidos por el tiempo que pasó con ellos.