ayudo a mi mascota a follarse a mi mujer

Con mi mujer teníamos un sexo fantástico, siempre y en todo momento experimentábamos novedades y jamás habíamos dejado que nuestra relación cayese a la monotonía. Siempre y cuando teníamos relaciones el perro nos miraba fijamente como un voyeur excitado y con la poronga durísima. Un día se me ocurrió que podíamos repartirnos el trabajo para ofrecer exitación a mi mujer, mientras que yo le metía la verga en su coño húmedo mi perro cooperaba metiendo el pene en el trasero. Semeja que ella disfrutaba como jamás.

El sexo en la tercera edad: mitos y verdades

Extrapolando los datos del Reino Unido en España, solo el 62,3 % de los hombres de 65 años o mucho más solamente el 37, 4% de las mujeres de exactamente la misma franja de edad son sexualmente activos.

Además de esto, el sexo desde estas edades se prosigue percibiendo como una suerte de tabú.

Bonita mujer tras trabajar folla con su perro

Tras un enorme y fuerte día de trabajo esta bella mujer llega a casa muy agotada. Con el coño super húmedo con muchas ganas de oír una poronga. Lo único que es con la capacidad de ofrecer bastante exitación a este dulce coño, es su amado amigo canino. Solamente llegar a casa se desvesti.

Se pone en 4 para dejar que su perro le perfore el coño durísimo.

gato

Le chifla tener sexo salvaje, en pocos minutos el perro consigue lograr que la hermosa mujer tenga un profundo orgasmo. Gime tal y como si fuera una perra en celo.

¿Qué modelo deseo trasmitir a mis hijos?

Deseo que mis hijos medren sin entender si planchar es cosa de hombres o mujeres. Que no sepan si los baños son cosa de papá o mamá. Que no asocien la cocina con el feudo de absolutamente nadie, ni tampoco la aspiradora, plegar ropa u organizar los armarios. Que asistan con mayor o menor igual continuidad a uno u otro para reposar, para argumentar sus confidencias, para jugar o para enojarse. Que no haya un jefe de la vivienda sino todos convivimos de la manera mucho más feliz viable.

Conque no, señora, yo no ayudo a mi mujer con los pequeños. Tampoco con la vivienda. Estoy con ellos en el autoservicio y los recorrido pues son mis hijos y me acompañan allí donde voy. Les cambio los pañales, los baño, les llevo al parque o les preparo la comida no para contribuir a mi mujer, sino más bien por el hecho de que son mis hijos, son mi compromiso y deseo que medren con un modelo de familia y de reparto de tareas diferente a aquel que usted y yo tuvimos.

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