Los árboles se encuentran tanto en las gimnospermas como en las angiospermas, las dos divisiones principales de los espermatofitos. Entre los únicos árboles de relieve incluidos en el grupo de las gimnospermas tenemos, actualmente, sólo las coníferas, que en tiempos geológicos pasados dominaban toda la población vegetal de la Tierra, pinos, abetos, cedros, cipreses, abetos, etc. Todos ellos tienen gran importancia económica, ya que producen madera, pasta, combustible, trementina, caucho y resinas, etc. En el aspecto boscoso, estos árboles se consideran bosques blandos, mientras que los de hoja ancha se llaman comúnmente árboles de hoja ancha. Sin embargo, esta distribución no es exacta, ya que la madera de muchas coníferas es a veces más dura que la de otras especies que reciben ese nombre. Véase Anillos anuales o de crecimiento.
Los árboles del grupo de las angiospermas pertenecen a dos divisiones: monocotiledóneas y dicotiledóneas; es a este segundo apartado donde corresponde el mayor número de géneros y especias. Los árboles monocotiledones, como el bambú, el plátano (verdaderamente una planta herbácea) y los diferentes tipos de palmeras, tienen un tallo columnar cilíndrico sin ramas, de diámetro uniforme desde la base hasta la copa, formada por un penacho de hojas entre las cuales están los frutos. Los bambúes y los plátanos son importantes por sus yemas y bayas comestibles. Las palmeras son apreciadas por su valor decorativo, como árboles de sombra y por sus frutos. Los árboles monocotiledóneos viven sólo en las regiones tropicales y subtropicales del mundo.
Los árboles del grupo de los dicotiledones, también llamados de hoja ancha y de corazón duro, son mucho más numerosos que los que pertenecen al grupo anterior. Desde el punto de vista del carpintero, los más importantes son: fresno, tilo, haya, abedul, castaño, olmo, nogal, arce, roble, álamo, sicómoro, etc. Entre los árboles de menor relevancia económica tenemos el aliso, la catalpa, el café, el acebo, la carpa, el cornou magnolia, la serapia y el sauce. Los árboles apreciados por sus frutos son las manzanas, las peras, las cerezas, los limones, las naranjas, las ciruelas, las ciruelas, los albaricoques, las aceitunas, los frutos del pan, los aguacates, los melocotones, etc. Los árboles contribuyen al bienestar de la humanidad mediante la obtención de combustible, materiales de construcción de embarcaciones, muebles, papel, caucho, resinas, tintes, corcho, látex, materiales abonados, drogas y alimentos. Con sus raíces impiden que el suelo se desnude del suelo y garantizan mucha agua. Proporcionan sombra y actúan como mamparas para reducir la fuerza del viento, protegiendo así edificios y cultivos hortícolas. Los árboles proporcionan refugio para la vida salvaje y recreo para personas de todos los orígenes.
Véase Bosque; Madera, Industria de; Transpiración y artículos sobre varios árboles y sus productos mencionados aquí.